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Fila Negro? Castellano
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(Américo Cardoso dos Santos Jr.)
El CAFIB, con el fin de siempre buscar mantener su credibilidad, a menudo trata cuestiones técnicas objetiva y desapasionadamente, discutiendo con serenidad y seriedad temas controversiales que, en repetidas ocasiones, vienen a primer plano, como la cuestión del "fila negro". El Fila Brasileño es un perro cuya historia reciente (o relativamente reciente, ya que nos referimos a los últimos 40 ó 50 años) fue, notoriamente, muy tumultuosa, principalmente como resultado de cruces (principalmente con Mastín Inglés, Mastín Napolitano y Gran Danés) que, debido a que se han hecho "debajo de la mesa", obligaron a que los mezcladores falsificaran los pedigríes de estos cachorros para registrarlos como Filas puros. Como, para esas mezclas, los criadores orientados por los más diversos criterios de selección utilizaron diversas razas, siempre cruzadas de forma empírica e ilegal, el resultado fue la tan comentada escandalosa heterogeneidad de tipos, que llegaron a sorprender profundamente a los jueces extranjeros invitados a juzgar las grandes exposiciones del BKC, y la consiguiente creación de una comisión (CAFIB) con el objetivo de poner orden al caos. Sería inútil y aburrido rememorar los detalles de la larga controversia resultante de este proceso y la división derivada en la cinofilia brasileña; pero uno de los principales caballo de batalla fue la admisión (o no) de la capa de color negro en el Fila Brasileño.
Vale recalcar que esta situación tiene cierta analogía con la admisión (o no) del color blanco en el Pastor Alemán. Inicialmente, Alemania permitió cualquier color de la capa en la raza, por valorar, por encima de todo, las cualidades funcionales de estos perros de trabajo; pero cuando la norma dice, ingenuamente, que se aceptan todos los colores, los “pesados”, que por desgracia siempre se manifiestan, pueden argumentar que, por ente, también se debe admitir a un Pastor Alemán color azul turquesa con capa lila y mascarilla rosa caliente. Por eso, a partir de 1933, los alemanes han estipulado que el color blanco empezaría a ser digno de descalificación, aunque Estados Unidos y Canadá han seguido aceptándolo. Desde la década de 1960, cuando el AKC (American Kennel Club) también pasó a considerar este color como atípico, el linaje de estos perros se ha mantenido en Suiza. En la década siguiente, los criadores estadounidenses crearon el Club del Pastor Alemán Blanco, seguido por la Club del Pastor Americano Blanco y el Club del Pastor Blanco. La FCI (Federación Cinológica Internacional) reconoció, en aquel entonces, provisionalmente, a la raza, denominándola Pastor Blanco Suizo por considerar a Suiza como su país de origen. El tema sigue siendo controvertido y, en Brasil, los que siguen defendiendo la inclusión del gentilicio "Alemán" han fundado la Sociedad Latinoamericana de Pastor Alemán Blanco y no aceptan la capa larga, característica reconocida por los criadores del perro que por acá algunos suelen nombrarlos como Pastor Suizo y otros como Pastor Canadiense.
Teniendo en cuenta – pese a los pedigríes altamente cuestionables que demuestran lo contrario - que no hay, ni tampoco jamás hubo, Fila Brasileño negro, aún así hay que admitir que - especialmente con los avances en la biotecnología y en las técnicas de transgenia - ahora es posible la recreación de especies extintas, o incluso la formación de criaturas que nunca han existido. Si, por un lado, las mentalidades más conservadoras condenan los intentos del hombre de querer "jugar a ser Dios", por el otro, es el interminable el repertorio de las personas que en chistes sugieren, por ejemplo, la obtención de un híbrido de luciérnaga con gusanos de seda para producir una tela de tergal brillante. El Internet es rico en artículos e imágenes muy raras acerca de este tema, como una fotografía de un ratón en cuya espalda se levanta la oreja. Otra estrategia posible - y mucho más sencilla -, reconocida por diversas asociaciones de criadores de ganados y caballos, es la obtención de los ejemplares llamados "Puros por Cruza", producidos por cruces de absorción (1/2 sangre, 3/4, 7/8, 15/16 etc.). Pero hay que señalar que este proceso es bastante lento y se extiende por varias generaciones, pues, es evidente que, contrariamente a lo que muchos desinformados infantilmente piensan, jamás el cruce de un macho puro de la raza "A" con una hembra pura de la raza "B" dará lugar a una camada de cachorros puros de la raza "C". De hecho, es técnicamente factible el proyecto de empezar a producir nuevos colores de capa en perros de todas las cepas y, de este modo, obtener individuos negros en el Dogo Argentino, en el Samoyedo o en el Fila Brasileño. Sin embargo, si la creación de excelentes ejemplares de cualquier raza pura ya es tan difícil - especialmente cuando, más allá de los atributos de estructura y tipicidad, también buscamos características específicas de temperamento -, la obtención de un grupo de alto nivel, pero ahora portador de una nueva peculiaridad, se puede considerar como una tarea casi utópica. Sería iniciativa tan insensata como la del ganadero que desea producir grandes volúmenes de carne a partir de una nueva dirección en la crianza de las pequeñas y angulares vacas Jersey, seleccionadas durante siglos por la aptitud lechera; o la del criador de caballos que elije una pesada raza de tracción, como el Percherón, para crear caballos veloces, destinados a competir en carreras en los hipódromos.
Nosotros del CAFIB desde hace mucho tiempo, pasamos a dedicarnos únicamente a la mejora genética de nuestro grupo, sin más preocuparnos con las reglas y actitudes que otras entidades cinófilas adoptan, porque sabemos que este desgaste es inútil. Para aquellos que quieren un perro similar al Fila Brasileño, pero de capa negra, les rogamos que no más intenten convencernos a empezar a reconocer a este color y les sugerimos que organicen una otra entidad, centrada en la selección de esta nueva raza, para la cual también se debe elegir otro nombre.