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El Fila Brasileño y la "pureza" (o impureza) de las razas de perros

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(Américo Cardoso dos Santos Jr.)

La declaración desconcertante de que "Fila Brasileño puro no existe", viniendo de un miembro del cuerpo de jueces de la CBKC/FCI, causó sorpresa y merece algunos comentarios, así como la traducción equivocada del estándar del Fila en Europa.

El concepto de pureza racial en las especies de animales domésticos es controvertido y, en las razas de perros modernos, muy discutible porque todas se derivan de procesos largos y variados de apareamientos y selección artificial dirigidos por los criadores en las diversas regiones del mundo. Y, por supuesto, ellas no existían, en la forma como las conocemos hoy en día, en el estado salvaje, en la naturaleza, porque prácticamente ninguna tendría condiciones de luchar por la supervivencia, conseguir comida y reproducirse sin interferencia humana.

Esta situación se extiende a todas las especies de animales domésticos porque, más allá de los caninos, también los equinos, vacunos, aves etc. - en la forma que los crían el hombre (en este momento hipócritamente correcto creo que sería necesario añadir "y la mujer") - no se encuentran en condiciones naturales porque son el resultado de un largo proceso (antinatural) de selección (artificial) para producir más carne, leche, lana, huevos etc. No se puede, por ejemplo, imaginar a una vaca holandesa, con una enorme ubre entre las piernas - capaz de producir 50kg de leche por día (sí, el volumen de la lactancia se mide en la báscula, y, por lo tanto, se expresa de hecho en kilogramos oficialmente, y no en litros, como podría imaginarse una persona urbana que suele comprar el producto en bolsas o cajitas en la panadería) – corriendo, en una huida precipitada, para escapar de los depredadores; pero en las pistas de exposiciones y en los torneos lácteos, a ella se adjudicará el galardón máximo y el criador (o propietario) va a exhibir con orgullo su Certificado de Registro de Origen (o pedigrí) para que los demás ganaderos analicen su árbol genealógico y, desde allí, tratar de producir otros ejemplares con las mismas cualidades. Este documento formal – que lo emite la ABCBRH (Asociación Brasileña de Criadores de Vacunos de la Raza Holandesa), homologada por el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Abastecimiento – certifica, oficialmente, que esta vaca, así como sus ancestros, es un animal P.O. (Puro de Origen).

Dentro de este tema, es importante recordar que la formación de las llamadas "razas sintéticas" de ganado, técnica bien conocida de los ganaderos, así como la práctica de cruces absorbentes (o retrocruzamientos), aceptada por muchas asociaciones de criadores de caballos y ganados, que registran a los ejemplares llamados de P.C. (Puro por Cruce). Vale la pena reproducir el trecho de un artículo, que escribí hace unos años, acerca de razas de animales domésticos:

Razas Sintéticas:

Este grupo merece una explicación. Como las razas vacunas de India son más rústicas y adaptadas a las condiciones tropicales, mientras que las taurinas son más precoces y productivas (debido a la selección por criterios técnicos a través de los siglos), los ganaderos han llevado a cabo varios trabajos de cruces con el fin de reunir, en el mismo rebaño, la rusticidad del cebú y la productividad del europeo. La primera experiencia exitosa en el hemisferio occidental se llevó a cabo en el sur de los Estados Unidos, en la famosa hacienda tejana King Ranch, y dio lugar a la formación del ganado Santa Gertrudis - con 5/8 Shorthorn y 3/8 Brahman. Este proceso, que, en Brasil, también dio lugar a la aparición de tantas razas - como las ya mencionadas Simbrasil y Lavinia, el Girolando, el Guzolando y muchas más - no se resume, como muchos criadores ingenuamente piensan, a simplemente cruzar los toros de la raza "A" con las vacas de la raza "B" para ya producir muchos terneros puros de la nueva raza "C", portadores de perfecta estabilidad biotipológica. La primera generación de esos productos cruzados (en cualquier especie animal) se llama técnicamente F1, y cuando pasan a reproducirse entre sí, generan crías de gran heterogeneidad, lo que magistralmente demostró el científico austriaco Konrad Lorenz (1903-1989), con doctorado en medicina y zoología, además de haber sido profesor de sicología en la Universidad de Königsberg. Galardonado con el Premio Nobel de Fisiología / Medicina en 1973 y considerado como el principal creador de la etología moderna (la ciencia que estudia la conducta animal), Lorenz continuó con los experimentos iniciados por el Dr. Erik Zimen para evaluar los productos que resultan de la hibridación entre perros y lobos. Se eligió, entre las diversas razas de perros, el Poodle Standard porque si fueran usados perros de constitución fuertemente lupoide, como el Malamute de Alaska, el Husky Siberiano o el Pastor Alemán, resultaría mucho más difícil evaluar, en los cachorros eventualmente nacidos, las herencias genéticas provenientes del padre o de la madre. Los productos de media sangre se llamaron "Puwos", un neologismo formado por las palabras Pudel y Wölf (Poodle y Lobo) y sus hijos comprobaron la falta de previsibilidad fenotípica y la variabilidad genotípica resultante de la reproducción entre híbridos.

Para la producción del llamado bimestizo, que será el comienzo de la nueva raza, es necesaria una serie programada de cruces que siguen básicamente uno de los dos modelos indicados a continuación para obtener, por ejemplo, el Girolando, a partir de animales de las razas Gir y Holandés (Hol.):

Modelo 1:

1) Toro Gir x Vaca Hol. = Vaca ½ Gir ½ Hol.
2) Toro Gir x Vaca ½ Gir ½ Hol. = Vaca ¾ Gir ¼ Hol.
3) Toro Hol. x Vaca ¾ Gir ¼ Hol. = Toro y Vaca 5/8 Hol. 3/8 Gir
4) Toro 5/8 Hol. 3/8 Gir x Vaca 5/8 Hol. 3/8 Gir = Girolando (Bimestizo)

Modelo 2:

1) Toro Gir x Vaca Hol. = Vaca ½ Gir ½ Hol.
2) Toro Hol. x Vaca ½ Gir ½ Hol. = Toro ¾ Hol. ¼ Gir
3) Toro ¾ Hol. ¼ Gir x Vaca ½ Gir x ½ Hol. = Toro y Vaca 5/8 Hol. 3/8 Gir
4) Toro 5/8 Hol. 3/8 Gir x Vaca 5/8 Hol. 3/8 Gir = Girolando (Bimestizo)

El Guzolando se produce exactamente de la misma manera, tan sólo con la sustitución del Gir por el Guzerá.

Quiero aprovechar esta oportunidad para explicar también los denominados cruces absorbentes (o retrocruzamientos), sistema por el cual, con el uso constante de un reproductor de raza pura en matrices sin raza (o de otra raza), a lo largo de las generaciones, se llega al Puro por Cruce (P.C.), a diferencia del P.O., que es el Puro de Origen. La sigla P.O.I. es sinónimo de Puro Origen Importado. Esta práctica no sólo se utiliza en el ganado vacuno y en el ejemplo vamos a utilizar un semental Cuarto de Milla (CM) en yeguas comunes, o sin raza definida (SRD).

1) Semental CM x Yegua SRD = Yegua ½ CM
2) Semental CM x Yegua ½ CM = Yegua ¾ CM
3) Semental CM x Yegua ¾ CM = Yegua 7/8 CM
4) Semental CM x Yegua 7/8 CM = Yegua 15/16 CM
5) Semental CM x Yegua 15/16 CM = Yegua 31/32 CM (o P.C.)

Algunas asociaciones de criadores consideran al P.C. el producto con 31/32 de sangre de la raza, mientras que otras requieren una generación más (hasta 63/64), así como también existen las que no aceptan el cruce absorbente y no registran los ejemplares Puros por Cruce.

Retomando la hipótesis de imaginar ejemplares de las modernas razas de animales domésticos en condiciones silvestres, también está claro que no hay, en la naturaleza, los equinos con el tamaño gigantesco y la capacidad de tracción de los caballos de razas como Shire y Clydesdale, durante mucho tiempo seleccionados para arrastrar vehículos muy pesados y cargas increíblemente grandes. Esta lista de ejemplos podría extenderse de manera casi infinitamente, si hubiera interés en argumentar lo obvio y explicar que no se puede entrenar a cualquier cánido salvaje para señalar a perdices o conducir a ciegos. Lo curioso de esta situación es que quien provocó esta discusión idiota sea un juez de la CBKC/FCI, condición que le obliga a aceptar la existencia de cientos de razas de perros con rasgos específicos descriptos en sus estándares oficiales, todas ellas evidentemente formadas a partir de cruces y selección artificial, ya que ninguna vive, o vivió, en estado salvaje.

En 1994, el cinófilo Chico Peltier me entregó una carta que la había enviado el joven criador español Jaime Pérez, pidiéndome que le aclarara sus dudas acerca de la crianza y el estándar del Fila Brasileño. Mi respuesta por fin resultó ser un artículo, publicado en revistas europeas, como la publicada por el Club Español de los Molosos de Arena, una organización de la que él era uno de los directores. Mi texto explicaba que fueron muchas las maneras por las que las diferentes razas de perros se fijaron con los rasgos actuales.

El Dogo Argentino lo ha inventado deliberadamente Antonio Nores Martínez, a partir de un modelo ideal imaginario que había preparado con anterioridad y que finalmente se ha logrado a partir de un programa de cruces juiciosos de 10 razas (Boxer, Bulldog Inglés, Bull Terrier, Pastor de los Pirineos, Gran Danés, Dogo de Burdeos, Lobero Irlandés, Mastín, Perro de Pelea Cordobés y Pointer), llegando a la meta predeterminada, con animales de perfecta estabilidad biotipológica y fuerza genética.

De manera más intuitiva y de forma más oscura, Luis Dobermann – que buscaba obtener una especie de terrier (o pinscher) de gran porte y que "no tuviera miedo ni mismo del diablo" – formó la famosa raza alemana que lleva su nombre (después cincelada por su compatriota Otto Goller).

Los devaneos de W. H. Essig, inspirados en la figura de un león en el escudo de su ciudad, lo llevaron a conducir cruces entre el San Bernardo, el Terranova y el Pastor de los Pirineos para crear la raza símbolo de ese lugar, el Leonberger.

El Pastor Alemán es el resultado del trabajo dedicado del Capitán de Caballería Max von Stephanitz, que dedicó toda su vida a seleccionar, con una mano de hierro, el tipo ideal entre los perros, algo heterogéneos, que se utilizaban para pastoreo de ovejas en su país.

El antiguo y el gigante Lobero Irlandés, en aquel entonces casi extinto, lo reconstruyó el capitán Graham, pero los atributos cinegéticos de este cazador tradicional de lobos, por falta de selección funcional, se fueron diluyendo a lo largo de las generaciones.

También de enorme tamaño e historia muy antigua, el Gran Danés ya comienza con sus controversias en su mismo nombre. Llamado de Deutsche Dogge en Alemania, era inicialmente conocido en Brasil como Danés - denominación que figura en la mayoría de los países en los que se crea: Great Dane en Inglaterra y en los EE.UU.; Grand Danois en Francia y Bélgica; Gran Danese en Italia; Gran Danés en los países de lengua española -, pero a menudo también es  llamado de  Alano o Alán. De acuerdo a varios autores, esta raza por fin desapareció de las Islas Británicas - donde era utilizada para la caza de grandes animales - no sólo debido a la extinción de los lobos y jabalís, pero principalmente debido a la extraordinaria ferocidad de esos viejos ejemplares. Este original - y ahora no más existente – rasgo de temperamento también condujo a la prohibición temporal de su participación en exposiciones caninas de Nueva York.

Es bien conocida en el mundo de la cinofilia la situación de virtual extinción por la que pasaron las razas caninas de porte muy grande, en Europa, durante la 2ª Guerra Mundial. Algunos años más tarde, ellas, en un grado mayor o menor, tuvieron que ser reconstituidas en verdad y, por supuesto, en este trabajo de recuperación, no resurgieron de forma exactamente igual – en estructura, tipo y temperamento - al modelo original.

La milenaria raza, ahora conocida como Mastino Napoletano (Mastín Napolitano), presente como un perro de combate en las arenas romanas, tras considerarse desaparecida, regresó a la escena de la cinofilia sólo en 1946, durante la 1ª Esposizione Canina di Napoli, despertando una gran curiosidad entre los presentes. La presentación de aquel conjunto algo heterogéneo inspiró el cinófilo y periodista Piero Scanziani a abrazar la causa del que se llamaba en aquel entonces "Moloso" e iniciar la reconstrucción de lo que él consideraba un valiosísimo patrimonio italiano y que, sólo entonces, llegó a llamarse Mastín Napolitano. A lo largo de este proceso, la raza se enfrentó a la disparidad de criterios de selección que ponía en contra a los criadores del Sur de Italia – que buscaban un fuerte y eficiente perro de guardia – a los criadores del Norte – que valoraban más a los ejemplares que combinaban la tipicidad con estructura correcta. La moderna selección del Mastín Napolitano y su reconocimiento internacional tiene como un hito el extraordinario trabajo comenzado en 1958 en la zona de Florencia por Mario Querci, que ha hecho célebre a su afijo Ponzano.

Consideradas razas símbolo de Inglaterra, el Old English Mastiff (Mastín Inglés) y el English Bulldog (Bulldog Inglés) también tienen sus orígenes en común algo borrosos debido a la “niebla del tiempo”. Los ancestros del Mastín Inglés los llevaron los romanos a las Islas Británicas antes del nacimiento de Cristo. Y la historia de Bulldog Inglés comienza, oficialmente, en 1204, cuando Lord Stamford of Lincolnshire creó el bull-baiting – la pelea de perros contra toros -, "deporte", que pronto se convirtió en una fiebre nacional en Inglaterra, hasta que fuera prohibido oficialmente en 1835. Después de la guerra, en 1946, se organizó un encuentro de los aficionados del Mastín en Londres, con el fin de rescatar los ejemplares restantes, seguido de un anuncio en The Times convocando a los criadores y propietarios a que se reunieran en un esfuerzo a favor de la recuperación de la raza. El compromiso fue tan intenso que en 1948, la criadora Mrs. Melish se propuso a enviar dos cachorros, de Canadá a Inglaterra, con la condición de que fueran enviados de regreso como adultos, después de su uso en la reproducción. Y, por supuesto, este proceso de reconstituir al Mastín también implicó el cruce con otras razas afines y el resultado final no reprodujo exactamente el ancestro original. Pero el Bulldog, con el final de la función a la que se había creado, tuvo su bravura convertida en inutilidad y acabó, a lo largo de los años, convirtiéndose en una verdadera caricatura del ancestro guerrero. Hoy, considerado oficialmente como perro de lujo, tiene una estructura tan bizarra - cabeza desproporcionadamente grande y caderas ridículamente angostas - lo que impide el parto normal y hace con que los cachorros sólo puedan venir al mundo por cesáreas.

También es digno de mención que la raza Akita, que toma su nombre de su región de origen, en Japón, se ha dividido en dos: Akita Japonés y Akita Americano. Los perros de este linaje Dewa, con sangre de Mastines y Pastores Alemanes fueron llevados a los Estados Unidos, donde han sido perfeccionados y, en 1972, reconocidos por el AKC - American Kennel Club; a continuación, el nombre de la raza se convirtió en Gran Perro Japonés de Akita y, finalmente, Akita Americano. Paralelamente, los japoneses trataron de mejorar la raza tomando como modelo los antiguos perros utilizados para la caza de osos en el siglo XVII. Hoy en día, los perros de los Estados Unidos - más grandes, más robustos y con máscara negra- y los de Japón - más similar al tipo original - se consideran como pertenecientes a dos razas distintas.

Otra división de tipos que se tradujo en dos razas distintas es la del Pastor Alemán de pelo blanco, que ya ha sido llamado de Pastor Blanco y Pastor Canadiense, para ser reconocido oficialmente en la actualidad como Pastor Suizo.

El Dogo de Burdeos, considerada una de las razas más tradicionales en Francia, donde sus primeros registros se remontan al siglo XIV, tiene su origen en la misma región consagrada por su producción de vinos tintos, cuya tonalidad también le dio nombre al color burdeos. Llamado en portugués de Bordéus (y sus habitantes bordaleses), el lugar se hizo conocido también debido a la preparación de un antiguo fungicida natural usado por lo menos desde el siglo XIX en plantas de frutas: el caldo bordelés (o la mezcla de Burdeos) como resultado de una solución preparada con agua, sulfato de cobre y cal. La historia de la raza Dogo de Burdeos es similar a la de los otros molosoides susodichos, porque su formación se pierde en el tiempo y ella también fue utilizada originalmente para proteger propiedades, para la caza de grandes animales y para los espectáculos de pelea contra osos, lobos e, incluso, entre perros. Y, asimismo, tuvo su supervivencia seriamente amenazada en el momento de la 2ª Guerra Mundial. Raymond Triquet, considerado como el "Padre de la Raza" por haber dirigido su recuperación, dice que en el cambio del siglo XIX al XX, el Dogo de Burdeos se dividía en "Parisien" (de la región de París), "Toulousain" (de Toulouse) y "Bordelais" (de Burdeos), además del "Doguin" (ahora desaparecido, de tamaño pequeño, procedente del cruce con el Bulldog Inglés). Durante la evolución de la raza y la preparación de los sucesivos estándares, es bien conocida la controversia entre los defensores tan sólo de la máscara marrón y quienes admitían la máscara negra, e incluso la ausencia de máscara. Para fines de registro histórico, el primer estándar de la raza, con fecha de 1896, se asigna a Pièrre Megnin y aparece en su libro clásico "Le Dogue de Bordeaux"; el segundo, 1910, lo publicó J. Kunstler en " Etude critique du Dogue de Bordeaux "; el tercero, escrito por Raymond Triquet en colaboración con el veterinario Dr. Maurice Luquet, tiene la fecha de 1971;el cuarto, también de autoría de R. Triquet, esta vez teniendo como colaborador a Philippe Serouil, se lanzó en 1993; y en 2007, una vez más Triquet - ahora también con la participación de Sylviane Tompousky, además de P. Serouil, - añade nuevos detalles al estándar anterior. Hoy en día, la FCI - Fédération Cynologique Internationale (Federación Cinológica Internacional) admite tanto los ejemplares con máscara de color marrón como de color negro, así como los desenmascarados.

Aún en el origen histórico de las razas, hay que recordar que la formación del Fila no se debió a la obra de un solo hombre. Sobre su origen y posibles troncos principales que, eventualmente, habían resultado en la raza brasileña, se ha escrito mucho y se han presentado varias teorías. No nos corresponde analizarlas aquí. Lo importante es constatar que el Fila deriva de los perros que los trajeron los europeos a Brasil en el momento de su colonización, siendo el resultado de una “caldeación” (fusión) gradual, guiada por la adaptación al entorno y valorada por las características funcionales como cazador de grandes animales, protección de extensas propiedades rurales, vaquero y perseguidor de los esclavos fugitivos. La naturaleza y la selección funcional, de manera espectacular, fueron fijando, a lo largo del tiempo, en los ejemplares más aptos, los rasgos que hoy buscamos preservar y desarrollar. Le correspondió al "padre de la raza", Paulo Santos Cruz, el mérito de traer al mundo cinófilo y popularizar un perro casi desconocido en las ciudades, pues sólo estaba presente en ciertas áreas rurales. Escribió el estándar de la raza y comenzó un trabajo pionero y cuidadoso de crianza y perfeccionamiento genético de los ejemplares que encontraba y compraba en haciendas lejanas, en el Estado de Minas Gerais. A él se debe la existencia en la actualidad de esta raza, pero no fue él quien la formó; ya la encontró lista y trató de mantener todos los atributos naturales que ella tenía. En el estándar, describe los rasgos del ejemplar perfecto; no ha inventado una nueva raza.

También es importante recalcar que, en la actualidad, por diversas razones, muy pocas razas de perros de caza y de trabajo conservan su temperamento original y sus habilidades funcionales. Hoy en día no más se caza para surtir a la mesa y, en tiempos políticamente correctos, animales salvajes no deben ser sacrificados para el diletantismo. Hoy en día, no tiene más sentido imaginar rebaños de ovejas pastoreados y protegidos de los depredadores por perros pastores, ni vaqueros en lomos de burros soplando la corneta para conducir al ganado por caminos de tierra con la ayuda de perros bien entrenados. Y esa moderna cinofilia, tanto bajo los auspicios de la FCI, como del AKC, favorece las exposiciones en las que, durante el juicio, los ejemplares de todas las razas, además de que sean presentados como adornos vivos, por handlers (manipuladores) profesionales de saco y corbata, sean palpados y acariciados por jueces que también llevan saco y corbata, y en las que cualquier manifestación agresiva sería considerada un escándalo inaceptable. Ante este escenario, no suena raro que las reacciones de temperamento fuerte de los perros guardianes empiecen a ser castigadas con la aprobación de los estándares oficiales de las razas. En este entorno, no sería factible aplicar el estándar oficial del Fila, que especifica: “...Como consecuencia de su temperamento, en las exposiciones no se permite que lo que toque el juez (un extraño) y, si lo ataca, no debe considerarse a esta reacción como una falta, sino la confirmación de su temperamento. En las pruebas de temperamento, obligatorias en las exposiciones, después de doce meses de edad, su ataque debe ser en una diagonal ascendente, delante el presentador, y sin de este revelar dependencia”. Por lo tanto, de acuerdo con el antiguo concepto italiano "Traduttore, traditore" (traductor, traidor), tampoco debe causar sorpresa la lamentable constatación de errores graves y parciales en la traducción distorsionada del estándar del Fila Brasileño, hecha por Raymond Triquet a la FCI, en la que la tradicional "aversión" a extraños se transformó en "indiferencia" en los países de lengua inglesa y en "desconfianza" en los de idioma español. La razón obvia es adecuar la raza a los moldes de la cinofilia moderna, de buen comportamiento y decorativa, de los cuales muy pocas razas no forman parte. Entre ellas se encuentran el Kangal, de Turquía, el Owtscharka, del Cáucaso, y el Fila Brasileño, del CAFIB.

 

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