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Estandar Visual de la Raza Fila Brasileiro y Otras Historias - Capítulo 1

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texto íntegramente redactado por los fundadores, directivos y jueces de CAFIB
Airton Campbell
Américo Cardoso dos Santos Junior
Luiz Antonio Maciel


LA EPOPEYA DEL COMBATE AL MESTIZAJE Y EL RESCATE DE LA IMAGEN VISUAL DEL FILA PURO

En esta historia, escrita en prosa aunque con el espíritu poético de la lucha por la salvación de una raza amenazada de extinción por el mestizaje - un peligro que todavía perdura por la tentativa de reintroducir, una vez más, en la crianza, animales fuera del estándar -, son presentados todos los hechos y batallas ingentes libradas en los primeros años de ese buen combate para denunciar el mestizaje, organizar formas de lucha, disputar el derecho de crear una entidad que pudiese defender al Fila Brasileiro puro, difundir conocimiento técnico y elaborar el inédito Estándar Visual de nuestra raza, además de un nuevo y definitivo estándar escrito que no solo describiese detalladamente un Fila puro, sino que además citase las faltas derivadas del mestizaje, verdaderas pruebas de un crimen continuado que casi destruyó, y todavía amenaza, por otras vías, al verdadero Fila Brasileiro.


Capítulo 1


El perro ideal

Se acostumbra a decir que la perfección absoluta es utópica y, en la práctica, inalcanzable. Ello no impide que los diferentes estándares de las razas caninas siempre procuren definir cómo debe ser un ejemplar teóricamente perfecto. Por ello, describen pormenorizadamente las características de estructura, tipicidad y temperamento de ese perro ideal. Y ese es el modelo que todos los buenos criadores deben intentar alcanzar en su crianza, en la programación de los cruces y en la selección de los cachorros nacidos, y que todos los jueces deben tener en mente al juzgar los ejemplares presentados en el ring.

Para evitar dudas en cuanto a determinadas características indeseables, los estándares también relacionan las faltas que acostumbran a presentarse e, incluso, sus diferentes niveles de gravedad - desde leves hasta descalificantes. Así, durante el juicio, el juez hace una comparación mental entre cada perro expuesto en el ring y el estándar de la raza, que debe tener perfectamente claro en su memoria; y, de ese modo, los califica y clasifica de acuerdo al grado de semejanza que presentan con aquel prototipo hipotéticamente perfecto.

Mientras tanto, en el caso del Fila Brasileiro, esa representación de perro ideal no se limita a un texto descriptivo. El CAFIB - Clube de Aprimoramento do Fila Brasileiro, hace más de cuatro décadas, en 1978, cuando todavía era la CAFIB - Comissao de Aprimoramento do Fila Brasileiro, desarrolló un trabajo inédito en la cinofilia nacional al elaborar y divulgar un estándar visual mostrando la figura de un perfecto representante de la raza.

Existen razas caninas previamente planeadas y, después, deliberadamente producidas por los criadores. Ejemplos típicos son el Dóberman (antiguamente llamado Dobermann Pinscher), creado por Karl Friedrich Louis Dobermann y perfeccionado por Otto Goeller, en la segunda mitad del siglo XIX, para la guarda, aunque sobre cuyo origen no hay documentación organizada; y el Dogo Argentino, creado de forma minuciosamente planeada y documentada, por los hermanos Agustín y Antonio Nores Martínez, en la primera mitad del siglo XX, para la caza del puma y del jabalí. El Fila Brasileiro - moldeado, principalmente por la selección natural, que eliminaba a los menos aptos, y seleccionado de forma un tanto empírica por los fazendeiros que daban preferencia a los más eficientes en la lidia con el ganado, la caza de grandes animales y la guarda de propiedades -, fue encontrado prácticamente listo por los pioneros que pasaron a criarlo con criterios metódicos, en zonas urbanas, a partir de los años 1940.


El retorno de Paulo Santos Cruz

Este relato - destinado a los que desconocen, olvidaron o, deliberadamente, prefieren distorsionar la realidad - comienza en 1978, cuando el abogado y renombrado juez "all rounder" Paulo Santos Cruz (1915 - 1990), aceptó una invitación, hecha por el antiguo Centro Cultural Itamaraty, en la calle Joao Moura, 307, en el barrio paulista de Pinheiros, para impartir un curso sobre el Fila Brasileiro, por indicación del periodista Antonio Carvalho Mendes, titular de la columna Cinofilia, publicada todos los jueves en el periódico O Estado de Sao Paulo, conocido como "Estadao".

Abriendo un paréntesis, a título de curiosidad histórica, esa región de Pinheiros constituye uno de los más antiguos distritos paulistas y el barrio de Pinheiros es considerado por muchos estudiosos el primero de la ciudad de Sao Paulo. Y, como curiosidad cinófila, recordamos que no son muchas las razas caninas brasileñas. Además de las dos reconocidas por la FCI - Federation Cynologique Internationale (fundada en 1911 y con sede en Bélgica), el Fila Brasileiro y el Terrier Brasileiro ( que fue promovido del ámbito regional al nacional, pues, antiguamente, era conocido como Fox Paulistinha), existen además algunas otras con cierta expresión, como el Rastreador Brasileiro (que ya fue reconocido por la FCI y, hoy, algunos cinófilos consideran extinguido), el Dogo Brasileiro, El Ovejero Gaucho, el Veadeiro Pampeano y el Buldogue Campeiro. Esta última, originaria de Rio Grande do Sul, acostumbra a ser dividida en dos tipos: Buldogue Campeiro y Buldogue Serrano (que algunos llegan a considerar como dos razas distintas). E, incluso, como curiosidad cinófila, conviene citar que el reconocimiento definitivo del Terrier Brasileiro se hizo oficial en mayo del 2007, en Acapulco, México, durante la asamblea general de la FCI, doce años después de la aceptación provisional de la raza. En aquella ocasión, los representantes de cerca de 50 naciones, por unanimidad, reconocieron definitivamente, además del Terrier Brasileiro, también el Cao Fila de San Miguel, raza portuguesa molosoide de porte medio, originaria del archipiélago de las Azores y que, hasta hoy, siguiendo una secular tradición en su lugar de origen, viene siendo utilizado como guarda y ganadero; el Pastor Australiano, que - a pesar de ser reconocido en inglés como Australian Shepherd, en francés como Berger Australien, en español como Perro Pastor Australiano, y en alemán como AustralischerSchaferhund - es considerado, por la FCI, como raza originaria de los Estados Unidos; y el italiano Cane Corso, un gran molosoide que - según el trabajo publicado por el investigador británico James Rhys Clark - posee una de las mordidas más fuertes de la especie canina, registrando 49,2 kgf/cm2 (kilogramos-fuerza por centímetro cuadrado), de un ranking liderado por el turco Kangal, que alcanza 52,2 kgf/cm2 (sorprendentemente, en ese estudio de potencia de mordida, así como en otros semejantes, no fueron evaluados ni el Fila Brasileiro ni el portentoso Pastor del Cáucaso, Caucasian Ovcharka).

Cerrando el paréntesis, años antes, Paulo Santos Cruz, por ser amigo del también juez "all rounder" Adolpho Lourenço Rheingantz - en la época presidente del KCP - Kennel Clube Paulista (fundado en 1931 en Sao Paulo como Liga Brasileira de Amantes de Perros, nombre después sustituido por Federación Cinológica de Brasil y, en 1936, a propuesta de Rheingantz, finalmente cambiado por Kennel Clube Paulista) y que, después, sería el responsable del reconocimiento oficial de la raza Fila Brasileiro por el BKC - Brasil Kennel Club, en 1954 -, contó con ese apoyo para ser uno de los fundadores (en 1949) e integrante de la primera directiva de uno de los clubes cinófilos más antiguos del País, el SKC - Santos Kennel Clube, que presidió durante diversos mandatos a lo largo de 18 años. Fue también Rheingantz el que involucró al dr. Paulo, en 1951, a redactar el primer estándar de la raza Fila Brasileiro y que, seguidamente, presentó el texto al veterinario, juez "all rounder" y criador de Pastores Alemanes, Erwin Waldemar Rathsam (Canil Tabajara do Sul), y al ingeniero y criador de Filas, Joao Ebner (Canil Rancho Alto, registrado en 1946), que lo analizaron y aprobaron para que, a continuación, recibiera también la aprobación del BKC.

Como dato histórico, antes de 1951 - cuando Paulo Santos Cruz registró su primera camada en el KCP, producida por Netuno de Parnapuán y Lupe von Cadyz y Cadyz -, Joao Ebner ya había registrado tres, en 1947, 1948 y 1949, todas generadas por Tita do Rancho Alto, cruzada las dos primeras veces con Bumbo da Vila Paulista (el primer Fila que recibió Registro Inicial) y, la tercera, por Bacho do Vale da Decisao.

El Dr. Paulo, fue, además, en los años 1960, el principal responsable del reconocimiento de nuestra raza en el ámbito mundial por la FCI, en la época presidida, por primera vez, por un sudamericano, el juez "all rounder" brasileño Antonino Barone Forzano. En el currículo del dr. Paulo también consta el título de pionero en la exportación de Filas Brasileiros a Europa, habiendo, en 1954, enviado a Alemania el cachorro Dunga de Parnapuán, adquirido por Su Alteza Real Albrecht von Bayern (1905 - 1980), príncipe de Baviera, que, posteriormente, compraría más perros del canil santista. En 1955, vino a Brasil y visitó al dr. Paulo, que lo llevó en coche por las carreteras llenas de lodo del Sur de Minas Gerais, donde, en diversas ocasiones, el noble alemán, heredero de la corona de Alemania y Prusia, ya cubierto de barro, precisó sudar la camisa ayudando a desatascar el coche.

Además, en estos asuntos de las exportaciones de Fila y el estándar de la raza, conviene registrar una curiosidad. En el ítem "Pelo", el texto especifica: Bajo, corto, en capas; pelos rústicos, gruesos, destacándose individualmente a la visión y al tacto. Un poco más bastos en la cruz. En uno de sus viajes a Brasil, en los años 1950, Albrecht von Bayern concedió una entrevista publicada en el periódico La Tribuna, de Santos, de la cual es interesante destacar un trecho que confirma la rusticidad de la raza, incluso lejos de su cuna tropical y apunta características que el estándar no podría prever: "... Al principio, todos supusimos que la aclimatación llevaría una o dos generaciones. Sin embargo, el propio Dunga, en su primer invierno, ya estaba perfectamente aclimatado. Se adaptó de tal modo, que el vientre y la cara interna de sus piernas, generalmente casi sin pelos aquí en Brasil, inclusive en los Filas, se cubrieron de un pelaje abundante. El tronco se revistió de un sub pelo lanoso. Dunga, para nuestra sorpresa, prefiere pasear y tumbarse en la nieve a permanecer en casa junto a la chimenea. Esta adaptación tan rápida demuestra la rusticidad de la raza, la tremenda salud de la que son portadores y una perfección orgánica fantástica. Los señores pueden enorgullecerse de haber conseguido una raza canina tan extraordinaria...".

También es importante resaltar que, años después, en 1984, el "Padre de la Raza", entonces presidente de CAFIB-Brasil, viajó a Alemania, invitado por el Club Fur Molosser e. V., para participar en la celebración del 30º aniversario de la importación del primer Fila en aquel país. Hablando fluentemente el alemán, en el hotel donde fue hospedado, impartió a los numerosos criadores presentes una larga conferencia, con una duración prevista de algunas horas, pero que, dado el interés y el entusiasmo de los participantes, acabó extendiéndose hasta altas horas de la madrugada. Y, al día siguiente, con la presencia de cerca de 60 Filas en ring, realizó, también en alemán, una evaluación explicativa de los perros, según los cánones de los Análisis de Fenotipo y Temperamento que ya promovíamos por todo Brasil. Aquella actuación de Paulo Santos Cruz en Alemania fue un enorme éxito y Walt Weisse, presidente del club cinófilo de aquel país, le entregó una medalla de oro y un diploma conmemorativo.

Y recordamos también otra situación curiosa. Antes de la homologación del primer estándar, cuando los todavía poco conocidos ejemplares del entonces llamado Fila Nacional comenzaron a presentarse en las exposiciones, o sea, en el periodo de 1943 a 1950, su juicio siempre fue encomendado al fazendeiro Titi Pacheco, que apenas criaba Fox Terrier de Pelo Liso, en su criadero Umuarama.

Mas, volviendo a los años 1970, el dr. Paulo - que, decepcionado con la política cinófila, estuviera muchos años apartado de clubes, asociaciones de criadores y, también, de las pistas de las exposiciones como juez - continuó criando Filas en su histórico criadero Parnapuán, una casa con amplio terreno, donde vivía, en la calle Oswaldo Cruz, 394, barrio de Boqueirao, Santos, SP. El nombre del criadero fue inspirado en una pequeña playa también conocida como Paranapua, en la bahía de Sao Vicente, próxima al Puente Pensil y al lugar donde, el 22 de enero de 1532, Martim Afonso de Souza fundó el primer pueblo de la América Portuguesa, al que llamó Sao Vicente (la actual Sao Vicente, colindante con Santos, en el litoral paulista). Paranapua, en tupi-guarani, significa "mar redondo" por la unión de parana (mar) y apu'a (redondo) y el nombre se usó para designar a la bahía donde se sitúa la playa.

Durante esa larga retirada, mientras tanto, el dr. Paulo, que tenía su escritorio en la calle Dr. Adhemar de Figueiredo Lira, 55 - 5º piso, sala 51, mantuvo su interés técnico y científico por los asuntos cinófilos. Continuó escribiendo, durante muchos años, la columna del periódico La Tribuna, de Santos, titulada "Caes e Canis".

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En 1976, cuando todavía tenía en casa tres Filas, Una, Henequém y Vice-Rei de Parnapuán, además de una gran colección de pájaros en jaulas de distintos tamaños y, también, en un vivero que podía ser observado a través de una amplia superficie acristalada desde su sala de estar, Santos Cruz recibió la visita de un entonces joven carioca entusiasta del Fila Brasileiro, Francisco Peltier de Queiroz (Chico Peltier), que le informó sobre denuncias de mestizaje del Fila con otras razas, en especial con el Mastiff, el Mastín Napolitano y el Dogo Alemán, generando cachorros registrados con genealogías falsas, y lo convenció para que escribiera artículos en la revista Animais y Veterinaria, entonces una de las más conceptuadas del sector.

Según denuncias de Chico Peltier al final de la década de 1970, el expresidente del Clube Paulista do Fila Brasileiro, Joao Batista Gomes, en su criadero Sete Barras, también habría participado en esos cruces de Filas con Mastiff, usando su Mastiff, llamado Willy, para cubrir hembras de Fila. El boletín O Fila nº 9, Año I, de agosto de 1979, publicó una fotografía proporcionada por Francisco Peltier de Queiroz, de Joao Batista Gomes con Willy.

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Sobre la cuestión del mestizaje, una de las primeras contribuciones del dr. Paulo a la revista fue una carta fechada el 11 de abril de 1977, en respuesta a una indagación de Francisco Peltier sobre "la repentina aparición de interés por el color negro" en el Fila Brasileiro, publicada con el título "Dos cartas: una sola preocupación".

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El maestro constata el mestizaje

En aquella época, el ya citado Antonio Carvalho Mendes, del periódico "Estadao", ya venía publicando también esas denuncias que circulaban en los círculos cinófilos sobre la ocurrencia de mestizaje en la raza Fila. Para verificar si las acusaciones tenían fundamento, el periodista, que conocía al dr. Paulo ya muchos años, le convidó a venir a Sao Paulo el domingo 4 de diciembre de 1977, un bello día de sol, para, junto con su colega del Jornal da Tarde, el periodista Luiz Antonio Maciel, visitar algunos criaderos. En el primero de ellos, en el barrio de Ipiranga, donde una señora era la responsable del criadero, la constatación de mestizaje con Mastiff era evidente: perros enormes, dorados, con cabeza casi hexagonal, hocico corto y profundo, orejas de inserción alta y sin ojeriza a los extraños. El mestizaje fue comprobado también en la visita a otros criaderos aquel día. En la columna del día 29 de diciembre de 1977, Carvalho Mendes escribió: "Según se puede constatar, recientemente, el mestizaje de perros de raza Fila es ahora una constante. Incluso 25 días atrás, visitando algunos criaderos de esa raza, el dr. Paulo Santos Cruz constató que era "de locos" la situación de la crianza. La mayor parte de las veces, los ladridos de los "Filas" ya no son tan atemorizadores como eran antiguamente..."

Algunos años después, en una entrevista publicada en el boletín O Fila, nº 29, Año III, dña. Antonieta Figueira Brás dos Santos Cruz dejaría claro, en un párrafo de la página 6, cómo su marido volvió a las actividades cinófilas: "Finalmente nació el CAFIB, y Paulo fue nuevamente empujado hacia la cinofilia o, mejor dicho, para la filafilia, por el periodista especializado, sr. Antonio Carvalho Mendes, del O Estado de Sao Paulo".

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Luiz Antonio Maciel, cuando acompañó a Santos Cruz y a Carvalho Mendes en esas visitas, el 4 de diciembre de 1977, ya sabía de la ocurrencia de "experimentos" de cruces (por tanto, de mestizaje) de Filas, específicamente con Mastiff. Cuando adquirió su primer cachorro, una hembra, a comienzos de 1976, el vendedor le contó que algunos criadores estaban usando al Mastiff para "mejorar" la cabeza del Fila y hacer justicia al hecho de ser conocido también como "cabezudo ganadero". Después, todavía en aquel año, al comenzar a frecuentar las exposiciones del CPFB - Clube Paulista do Fila Brasileiro y del KCP - Kennel Clube Paulista, en contacto con otros expositores y criadores, acabó sabiendo que el mestizaje en la raza Fila Brasileiro era una práctica frecuente por parte de algunos criadores, no solo con Mastiff, sino también con Mastín Napolitano y con Dogo Alemán, entre otros. A partir de ahí, junto a un grupo de propietarios de Filas, entre los cuales estaba Roberto Maruyama, que posteriormente se incorporaría al CAFIB, comenzó a denunciar el mestizaje al CPFB, al KCP y al BKC, antecesor de la actual CBKC - Confederación Brasileira de Cinofilia, y a protestar a jueces que premiaban perros mestizos, principalmente los "filas negros".


Embriones del futuro CAFIB

Ese encuentro del día 4 de diciembre, por tanto, marcó, en la práctica, la vuelta del dr. Paulo Santos Cruz a la cinofilia y la lucha por la pureza del Fila Brasileiro. En aquel día, él, Antonio Carvalho Mendes y Maciel conversaron sobre la posibilidad de crear un club para reunir únicamente Filas puros. En la columna Cinofilia del día 29 de diciembre de 1977, en la cual se relató la visita a los criaderos, el título ya anunciaba lo que sería el embrión del futuro CAFIB: "Criadores quieren preservar la raza"

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El reportaje comenzaba con el siguiente texto: "Con la finalidad de preservar la raza Fila, para evitar que de aquí a algunos años más se extinga, un grupo de criadores está pensando seriamente en fundar la Asociación de Criadores de Perros Filas Puros. En esa entidad solo ingresarían criadores que no ‘mezclasen las cosas’, o sea, no cruzasen sus animales con otros perros, como Dogos Alemanes, Mastiffs, Mastines Napolitanos. La entidad - ideada por el considerado ‘padre de la raza Fila’, el abogado Paulo Santos Cruz - tendría como su mayor atribución la fiscalización de los cruces y verificar las camadas, con el fin de evitar el nacimiento de perros mestizos, sin las cualidades propias del Fila."

Curiosamente, el título de "Padre de la Raza", adoptado por Antonio Carvalho Mendes y después también por el CAFIB en homenaje al dr. Paulo Santos Cruz, en verdad, paradójicamente, le fue concedido al abogado, juez y criador santista por el departamento del Fila del Kennel Clube Paulista, probablemente entre finales de la década de 1960 y comienzos de la década de 1970. El hecho fue relatado, sin citar la fecha (de ahí la imprecisión anterior), por el criador y juez Joao Batista Gomes, en la página 44 de su libro "Fila Brasileiro - Orígenes y evolución" (publicado en 1976). Él contó haber tenido el primer contacto con la raza Fila y con el dr. Paulo en una exposición del Kennel Clube Paulista en el Parque da Agua Branca: "Así conocí a aquel hombre a quien, muchos años después, tendría la honra de entregarle, así como a dña. Antonieta, su esposa, el título de "LOS PADRES DE LOS FILAS" en nombre del departamento del Fila junto al Kennel Clube Paulista."

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En el esbozo de los estatutos para la entidad, que el dr. Paulo denominó posteriormente "Club de Criadores de Perros Fila Brasileiro - C.C.C. FIBRAS", estaba prevista una Comisión de Cría, presidida por un Maestro de Cría, que tendría, entre otras competencias, "...estudiar, investigar y reglamentar todos los aspectos de la raza Fila Brasileiro, visando, siempre, su pureza y mejora"". También proponía "normas objetivando la homogeneidad del fenotipo racial, elaborar el estándar racial, reglamentar la verificación de raza, certificando su aprobación" y "emitir certificados de registro para ejemplares aprobados en verificación de raza".

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En ese proyecto de entidad, por tanto, ya estaban esbozadas las ideas fundamentales de lo que vendría a ser el CAFIB, entre ellas el concepto de mejora (aprimoramento) - palabra que fue integrada al nombre de la futura entidad, primero como Comissao de Aprimoramento do Fila Brasileiro, por sugerencia de Luiz Antonio Maciel a partir de la idea original del dr. Paulo Santos Cruz, y posteriormente como Clube de Aprimoramento do Fila Brasileiro, cuando la CAFIB decidió desligarse del BKC, en agosto de 1979 (O Fila, nº 9, Año I, página 3), manteniendo las mismas siglas.

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